La Basílica de San Pedro acogió una misa el pasado sábado 21 de agosto, por el 200 aniversario del nacimiento del sacerdote San Andrés Kim Taegon, del que el Papa Francisco aseguró que es "un ejemplar testigo de heroica fe".
El Papa Francisco envió un mensaje que se leyó al finalizar la celebración que tuvo lugar en el Vaticano, y recordó que San Andrés fue un incansable apóstol de la evangelización, incluso "en tiempos difíciles, marcados por la persecución y por el sufrimiento de su gente".
San Andres Kim Taegon fue el primer hombre nacido en Corea que se ordenó sacerdote. En 1846, con 25 años, fue torturado y decapitado cerca de Seúl, Corea del Sur. Fue canonizado en 1984, junto con otros 102 mártires coreanos.
El Papa Francisco recordó que "todavía hoy , frente a las múltiples manifestaciones del mal que desfiguran el bello rostro del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, necesitamos redescubrir la importancia de la misión de cada bautizado, que es llamado a ser en todas partes operador de paz y de esperanza, dispuesto, como el buen samaritano a inclinarse sobre las heridas de los que están ávidos de amor, de ayuda o simplemente de una mirada fraterna".
"El bien siempre prevalece, porque el amor de Dios vence al odio", afirmó el Papa Francisco.
También expresó la esperanza de que quienes trabajan por la reconciliación en la península de Corea "continúen con un compromiso renovado de ser buenos pacificadores, alentando a todos a un diálogo respetuoso y constructivo para un futuro cada vez más brillante".