La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) advirtió del serio peligro en el que se encuentran todos aquellos que no comparten las posturas extremas de los talibanes que han retomado el poder en Afganistán después de 20 años.
"Nuestro análisis, por desgracia, no deja mucho espacio para la esperanza. Todos los que no abrazan las opiniones islamistas extremas de los talibanes están en peligro, incluso los suníes (musulmanes) moderados", afirmó Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN, en una declaración este jueves.
La declaración sigue a lo escrito hoy por Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, quien en su cuenta de Twitter declaró al país como "Emirato Islámico de Afganistán", en el día en que se cumplen 102 años de la independencia de la dominación británica.
El presidente de ACN explicó que los musulmanes chiíes, que son el 10% de la población, "la pequeña comunidad cristiana y todas las demás minorías religiosas, ya amenazadas, sufrirán una opresión aún mayor. Se trata de un enorme retroceso para todos los derechos humanos y, especialmente, para la libertad religiosa en el país".
En Afganistán más del 99,86% de la población es musulmana; el grupo más numeroso es el de los suníes. Dentro del 0,14% están los hindúes, ba'hais, budistas y cristianos.
Solo hay 200 católicos registrados en el país.