VATICANO,
El Papa Francisco subrayó la importancia de la Ley para "no caer en equívocos y realizar pasos en falso", pero, al mismo tiempo, recordó que, después "lo que nos justifica es Jesucristo. Los Mandamientos se deben cumplir, pero no nos dan la justicia. Es la gratuidad de Jesucristo, el encuentro con Jesucristo lo que nos justifica gratuitamente".
El Pontífice, durante la Audiencia General de este miércoles 18 de agosto en el Vaticano, continuó en su catequesis con las reflexiones en torno a la Carta de San Pablo a los Gálatas, y, en concreto, meditó sobre el papel de la Ley en el cristianismo.
Francisco subrayó que los cristianos, a los que denominó "hijos de la Promesa por la fe en Jesucristo", "no están bajo el vínculo de la Ley, sino llamados al estilo de vida arduo en la libertad del Evangelio". Sin embargo, hizo hincapié en que "la Ley existe".
Por lo tanto, "¿cuál es, según la Carta a los Gálatas, el papel de la Ley?", se preguntó. "Pablo sostiene que la Ley ha sido como un pedagogo. Es una bonita imagen, que merece ser comprendida en su auténtico significado", explicó.
El apóstol divide la historia de la salvación en dos momentos: "Antes de haberse hecho creyentes y después de haber recibido la fe. En el centro se pone el evento de la muerte y resurrección de Jesús".
Esta división que realiza San Pablo implica que existe "un 'antes' y un 'después' respecto a la misma Ley. La historia precedente está determinada por el estar 'bajo la Ley'; la sucesiva va vivida siguiendo al Espíritu Santo".