REDACCION CENTRAL,
Los padres de Alta Fixsler, una niña de dos años con daño cerebral, siguen luchando para que no desconecten el soporte vital de su hija en el Reino Unido; sin embargo, el portavoz de la familia, dijo que tras la seguidilla de derrotas judiciales podrían desconectarla "en cualquier momento".
"En cualquier momento, el hospital puede poner en marcha un reloj de 72 horas para interrumpir la atención de Alta", dijo Yossi Gestetner, un amigo de la familia y portavoz de los Fixsler, a EWTN News In Depth el 6 de agosto.
Desde su nacimiento, la pequeña Alta ha recibido tratamiento con soporte vital como paciente en el Royal Manchester Children's Hospital (RMCH), un centro médico gestionado por el Manchester University NHS Foundation Trust.
Nacida prematuramente a las ocho semanas en Manchester, Inglaterra, sufrió una grave lesión cerebral hipóxico-isquémica al nacer.
La batalla legal por su vida comenzó en mayo cuando el Manchester University NHS Foundation Trust solicitó al Tribunal Superior de Londres permiso para retirarle el soporte vital. El fideicomiso argumentó que Alta no tenía calidad de vida y estaba experimentando dolor.