Al finalizar su asamblea ordinaria anual, los obispos de Costa Rica animaron a los fieles a no dejar de buscar a Jesús, el pan espiritual, y trabajar como Iglesia para construir una "nación próspera con oportunidades de desarrollo para todos".
Del 9 al 12 de agosto, se llevó a cabo la CXXII Asamblea Ordinaria, donde los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica se reunieron para reflexionar sobre el quehacer de la Iglesia y la realidad que afronta la sociedad.
En un comunicado, los prelados indicaron que se sienten alegres por la respuesta de fe que "año con año se renueva con motivo de la Fiesta Nacional en honor de nuestra Madre y Patrona (Nuestra Señora de Los Ángeles), que acabamos de celebrar hace solo unos días, contando con las limitaciones y los cuidados sanitarios que la pandemia nos sigue pidiendo".
"Saludamos en el Señor a todos los fieles católicos, a los creyentes en Dios y a todas las personas de buena voluntad para ofrecerles este mensaje al finalizar nuestro encuentro", remarcaron.
Los prelados agradecieron a los sacerdotes por su labor en "la misión de evangelizar y acompañar al pueblo santo de Dios, por su caridad pastoral, y pedimos para que sigan mostrando el rostro misericordioso del Señor en el llamado que de Él han recibido".
Además, indicaron que desean ofrecer "palabras de esperanza a la luz de la fe y de los valores que han caracterizado a nuestra Nación, en procura de que entre todos contribuyamos a un mejor rumbo de Costa Rica, cercanos ya al 200 aniversario de su independencia".