Mientras que el Gobierno socialista de España presiona a los hospitales con ideario religioso para que practiquen de manera obligatoria la eutanasia y no puedan ser centros objetores de conciencia, Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián (España) recordó que estas instituciones contratan "a unos trabajadores para realizar un servicio público desde el ideario del centro".
El Comité de Bioética de España publicó un documento en el que avala que los hospitales de entidades, órdenes religiosas u otras organizaciones o instituciones seculares que presten servicios sanitarios en el marco del final de la vida y cuya actividad responda claramente a un ideario basado en la libertad ideológica o religiosa incompatible con la práctica de la eutanasia, puedan ejercer de manera colectiva la objeción de conciencia.
En el informe publicado se destaca que esta decisión de ampararse en la objeción de conciencia está recogida en el artículo 16 de la Constitución y que es "garantía de las libertades ideológicas y religiosas proclamadas".
Esta afirmación choca con la presión del Gobierno Socialista que pretende hacer que estos hospitales con ideario religioso tengan que practicar eutanasia ya que, según afirman, la negatica a aplicar la ley por m otivos de conciencia es por ley un derecho "individual y nunca corporativo", por lo que "una institución o centro no puede obligar a sus trabajadores a ser objetores".
Ante esta situación, Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián (España) destacó que "no se trata de que una institución obligue a sus trabajadores a objetar contra la eutanasia" sino que una institución contrata a unos trabajadores para realizar un servicio público desde el ideario del centro".