REDACCION CENTRAL,
La devoción a San Lorenzo, el diácono mártir del siglo III, echó raíces en la frontera de México y Estados Unidos hace más de 300 años. Actualmente este santo es considerado uno de los patronos, junto a Nuestra Señora de Guadalupe, de la Diócesis de Ciudad Juárez, contigua a la estadounidense ciudad de El Paso, Texas.
La Iglesia Católica celebra la fiesta de San Lorenzo cada 10 de agosto, el día en que fue martirizado en el año 258.
Un artículo publicado en el semanario Presencia, de la Diócesis de Ciudad Juárez, da luces sobre cómo surgió y se enraizó la devoción por San Lorenzo en la región.
El semanario, en base a anotaciones del historiador José Mario Sánchez Soledad, señala que “la corona española autorizó en 1595 a Don Juan de Oñate colonizar el territorio que hoy son los estados de Nuevo México, el Norte de Chihuahua y Texas principalmente”.
“En la zona, en 1680 el indio Popé encabezó la rebelión de los Indios Pueblo que se realizó el día 10 de agosto (Día de San Lorenzo). Hubo 400 muertos y los supervivientes huyeron a Santa Fe y a Pueblo de Isleta”, que se ubican en la actualidad en Nuevo México (Estados Unidos).
“Luego los españoles fueron en dirección a la ciudad de El Paso del Norte, actual Ciudad Juárez, y que se convirtió entonces en la capital del territorio del Nuevo México”, añade Presencia.