El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Oscar Ojea, pidió a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, que ayude al país a sanar la dignidad herida del trabajo.
"El trabajo es una realidad que hace a la dignidad más profunda del ser humano, es imitar a Dios que crea", y Dios "crea para nosotros el mundo y nos pide que lo cuidemos y que lo hagamos avanzar; por eso en el trabajo está la vocación más noble del hombre y su suprema dignidad, pero hoy esta dignidad está herida", sostuvo Mons. Ojea en un videomensaje.
"Es una dignidad herida porque tenemos enormes problemas de desocupación, de pérdidas de trabajo, de angustias; sabemos lo que significa, nosotros los sacerdotes y quienes hemos trabajado en Cáritas, cuando los hermanos y hermanas vienen a buscar trabajo".
El también Obispo de San Isidro explicó que es una "sensación de estar desamparados, fuera de todo, en el mundo del afuera, en el mundo de la exclusión, sin pertenencia, sintiéndose poco dignos con respecto a la propia familia; por eso es sagrado el trabajo, hace a la dignidad humana y a la pertenencia a una comunidad".
Cuando el trabajo es mal remunerado y en otras circunstancias, "es el trabajo esclavo que denigra a la persona humana", explicó Mons. Ojea.
"En tantos sentidos tenemos herida esta dignidad del trabajo. La angustia que ha creado la pandemia de perder los trabajos también va generando que este año más que nunca pongamos delante a este intercesor San Cayetano para que cuide en nosotros el trabajo".