VATICANO,
En el lugar de Chilambo, al norte de Malawi, muy cerca de la frontera de Zambia, Justina era la única católica. Incluso su propia familia, su esposo, sus hijos, trataron de convencerla en varias ocasiones para que abandonara la Iglesia y se integrara en la comunidad protestante. Sin embargo, durante 37 años, Justina se mantuvo fiel a su fe católica.
Sin atención pastoral, sin sacerdotes que pudieran llegar hasta el lugar por lo aislado y escarpado del territorio, Justina recibió por última vez los sacramentos en 1984. Pero ahora la situación ha cambiado por completo.
Su historia se hizo viral en los últimos días debido a un mensaje en el que se narra su caso compartido en la red social Twitter por Jeremías, un misionero argentino que se encuentra en Malawi con la Orden de San Elías.