VATICANO,
El Papa Francisco reanudó las tradicionales Audiencias Generales este 4 de agosto después de la pausa estiva del mes de julio, y de su periodo de convalecencia debido a la cirugía a la que fue sometido el 4 de julio.
De este modo, el Santo Padre presidió la Audiencia General este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, como es habitual por el calor romano. Entró caminando, con cubre bocas que se quitó poco antes de llegar al lugar desde donde impartió la catequesis.
Después del saludo, los numerosos fieles reunidos aplaudieron al Papa.
Después de la lectura del pasaje del Evangelio de la Carta de San Pablo a los Gálatas (Gal 1, 6-8) en diferentes idiomas, el Santo Padre continuó con su serie de catequesis sobre este Libro de la Biblia que inició recientemente después de su itinerario sobre la oración.
El Santo Padre reconoció que "cuando se trata del Evangelio y de la misión de evangelizar, Pablo se entusiasma. Sale de sí. Parece que no ve otra cosa que esta misión que el Señor le ha encomendado. Todo en él está dedicado a este anuncio, y no posee otro interés que no sea el Evangelio".
"Es el amor de Pablo, es el interés de Pablo, la profesión de Pablo, anunciar. Llega incluso a decir: 'Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio'. Pablo interpreta toda su existencia como una llamada a evangelizar: ¡ay de mí -dice- sino predicara el Evangelio", explicó el Papa.