Es una definición interesante, especialmente en una cultura que define a los hombres y mujeres por su sexualidad. Pero es una definición que elude muchos estereotipos engañosos asociados con la "feminidad".
Y podría ser especialmente reconfortante para las jóvenes que luchan con las ideas modernas sobre género, de la mano con el aliento de San Juan Pablo II en la "Carta a las mujeres".
Otra de las expositoras del campamento, Melissa Maleski, autora de "La suprema vocación de las mujeres de acuerdo a San Juan Pablo II", dijo al Register que "el cuerpo humano no está destinado a ser una fuente de infelicidad. Sobre este punto, la visión del mundo católica y la secular están de acuerdo".
"Pero la visión del mundo secular ahora sostiene que el cuerpo no es nada más que un accesorio intercambiable o ajustable para la persona humana, con un valor que depende de nuestros deseos", advirtió.
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En contraste, la idea de feminidad enraizada en la maternidad es tanto profunda como liberadora, mucho menos restrictiva, que apela a la vestimenta o a pasatiempos, e incluso a preguntas sobre la vocación.
"Las mujeres están absolutamente llamadas a una variedad de vocaciones particulares", dijo Maleski. "Como mujeres, no importa si estamos casadas, somos religiosas, solteras o vírgenes consagradas; ya seamos amas de casa, directoras ejecutivas, trabajadoras de construcción, trabajadoras de servicio, profesionales de la salud, académicas o una combinación de vocaciones".
Cook subrayó que "lo que subyace es que todas somos maternales, ya sea que tengamos una maternidad física que se materializa en algún momento de nuestra vida, donde realmente damos a luz a un niño, o si somos una madre adoptiva, o si somos una hermana religiosa, o si somos una mujer soltera sirviendo a otros".
Esta noción más profunda de la feminidad, si los planes de Marcum se concretan, ofrecerá a las mujeres jóvenes un nuevo apoyo e inspiración. Marcum espera que Gratia Plena complemente a otros programas, como el del Given Institute, llegando a las jóvenes antes de que abandonen sus hogares para ir a la universidad.
Medina llegó al campamento de Gratia Plena cuestionada por si su feminidad se definía por sus logros o su feminidad, y obtuvo una respuesta clara.
"Mi valor y dignidad es dado por Dios. Él nos ha dado un propósito desde nuestro inicio hasta nuestro fin. Como Juan Pablo el Grande dijo, soy una 'centinela del Invisible'. Ese es un honor", dijo, recordando el mensaje del "Papa peregrino" durante su viaje a Lourdes en 2004.