El P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis de Ciudad Juárez (México), respondió a la inquietud de qué pasa con el alma en las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer.
En un artículo titulado "En los umbrales del Más allá", el P. Hayen Cuarón señaló que "duele ver que uno de nuestros seres queridos empieza a perder los rasgos de su personalidad que tanto hemos amado, como son su simpatía, servicio, buen humor, amabilidad, conocimientos, diálogo y muchos otros que la hacen ser una persona única en el mundo".
"Podemos, incluso, llegar a creer que ya no se trata de la misma persona y que es otro ser diferente; 'ya no es él', suelen decir los familiares", continuó.
El sacerdote mexicano subrayó que "encontrar personas disminuidas seriamente sus facultades físicas y mentales debe inspirarnos, como cristianos, un profundo respeto por la obra de Dios en ellas".
"Mientras que para el mundo superficial la persona únicamente vale por su productividad o belleza, los cristianos que saben ver más allá de las apariencias, descubren en los enfermos terminales a hijos amadísimos de Dios con quienes el Señor quiere compartir su misma vida divina. Sus vidas son un bien precioso a las cuales el amor del Padre les da sentido y valor".