MADRID,
En una Misa celebrada en la abarrotada Catedral de la Almudena y a la que asistió la Reina Sofía de España, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, hizo un llamado al pueblo español a no dejarse arrebatar la “verdad esperanzadora” de la vida eterna en Dios.
“Dios no ha hecho la muerte. Él es un Dios de vivos. La terrible prueba por la que acabamos de pasar no puede quitarnos un ápice de esta verdad esperanzadora: que la vida del hombre tiene su destino en Dios”, dijo el Cardenal ante unos tres mil 500 participantes entre los que se encontraban numerosas autoridades, representantes de diversos partidos políticos y de la sociedad española y familiares de las víctimas.
Durante su homilía, el Arzobispo de Madrid resaltó la conducta de los madrileños que “han respondido desde el mismo momento en que se conoció la tragedia con una pronta y heroica respuesta de fe y de caridad, admirable contrapunto a la conducta asesina de quienes parecen vivir para matar a sus semejantes y luminoso y alentador signo de esperanza”.
En la misa exequial convocada por la Comunidad de Madrid, el Purpurado recalcó el motivo que congregaba a los asistentes “orar por nuestros hermanos que han sido arrancados violentamente de esta vida temporal y alimentar nuestra esperanza en la vida eterna”.
Entre las personalidades que asistieron al funeral, se vio al vicepresidente primero del Gobierno de la nación en funciones, Rodrigo Rato, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón; y a la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa.
La celebración litúrgica fue concelebrada por el Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Jesús Catala, el Obispo auxiliar de Getafe, Mons. Joaquín María López de Andújar, y los obispos auxiliares de Madrid, los monseñores. Fidel Herráez, César Augusto Franco y Eugenio Romero Pose.