El arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, presidió la Santa Misa en la solemnidad del Apóstol Santiago, Patrono de España. A la ceremonia asistió también el Rey Felipe VI, que presentó la Ofrenda Nacional en este Año Santo Compostelano.
Durante la homilía, Mons. Barrio aseguró que con "el Apóstol Santiago hacemos memoria de la necesidad de identificarnos con la historia y persona de Cristo, en la búsqueda paciente de la verdad para promover la cultura del cuidado común que nos posibilita comprender la unidad y la historia de los pueblos de España, vertebrada con lo común de todos y lo específico de cada uno".
El Arzobispo de Santiago de Compostela pidió al Apóstol que "desde aquí resuene la esperanza" y que el Año Santo Compostelano sea "tiempo de gracia, de sanación y de encuentro en el que se nos convoca a cultivar la memoria penitencial para liberar el futuro de las propias insatisfacciones, confusiones o proyecciones".
Por eso invitó a acoger la "novedad liberadora" del cristianismo "para dar respuestas creíbles a nuestras preguntas, reconociendo que no podemos sustituir la realidad por la ideología en el intento de liberar los asuntos humanos de la propia vulnerabilidad ".
Ante la incertidumbre del futuro, Mons. Barrio animó a "volver a las raíces". "En una civilización occidental con el alma mermada, ya surgen no pocas voces de pensadores fuera del cristianismo, que afirman que necesitamos a Cristo. Ciertamente sólo Él da la esperanza para que la vida no se vea condenada a la insignificancia", aseguró.