Mientras los viajes internacionales se cerraron a causa de la pandemia de COVID-19 en el mundo, miles de católicos se volcaron a nuevas formas de evangelización, entre ellas las peregrinaciones y retiros virtuales. ¿Qué efecto tuvo en la vida de fe?
El Proyecto Magdala, con base en la tierra de Santa María Magdalena en Galilea (Israel), fue una de las instituciones católicas que organizó peregrinaciones virtuales de forma gratuita. En este caso, se trató de retiros y momentos de oración desde distintos lugares de Tierra Santa.
La recepción de los católicos fue multitudinaria, con miles de registrados en cada evento.
Su más reciente evento, una peregrinación de sanación virtual desde Tierra Santa, superó las veinte mil inscripciones en poco más de 24 horas.
María Cristina Quevedo siguió una de las peregrinaciones de Magdala desde Trujillo, Venezuela. Consultada por ACI Prensa, la reconoce como "una bendición", que "ha fortalecido grandemente mi fe".
"¿Qué si esperaba algún día vivir esto? De esta manera no, no lo he imaginado", comparte, asegurando que "hicieron posible un sueño que tenemos todos de ir" a Tierra Santa, "a esta tierra maravillosa".