VATICANO,
Al comentar el Salmo 20, “Agradecimiento por la victoria del Rey-Mesías” durante la primera audiencia general de los miércoles celebrada al aire libre este año, el Papa Juan Pablo II recordó que el cristiano sabe de la presencia constante de Dios en su vida.
Al comentar el salmo que la Iglesia reza en la hora de Vísperas, el Pontífice recordó que “pertenece al género de los salmos reales” y expresa la gratitud de la asamblea por “la obra de Dios en favor del soberano de Israel en el día solemne de su entronización”.
Dios, continuó el Papa, colma al rey de bendiciones, siendo así “un reflejo de la luz de Dios en medio de la humanidad”.
Por eso, “Al recitar este salmo –explicó el Santo Padre- se percibe detrás del retrato del rey de Israel el rostro de Cristo, rey mesiánico. “Él es el Hijo en sentido pleno, y por tanto, es la perfecta presencia de Dios en medio de la humanidad. Es luz y vida”.
EL Pontífice reveló además que el salmista “anuncia así su resurrección de los muertos y que es inmortal”.
la esperanza en el don de la vida eterna