REDACCION CENTRAL,
En la tarde de ayer, horas después de ser liberado por las autoridades de Cuba, el P. Castor Álvarez Devesa, narró en un video su vivencia en medio de la represión del régimen durante las históricas protestas del 11 de julio, y pidió por los que siguen detenidos por haber participado en las manifestaciones.
El P. Devesa, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey, estuvo retenido toda la tarde del domingo y la madrugada del lunes en la estación policial de Montecarlo acusado de desorden público. El presbítero fue detenido cuando defendía a unos jóvenes manifestantes.
"Gracias a Dios ya no estamos detenidos, estoy en casa. Gracias a todos los que han pedido por mí a Dios y han pedido que yo estuviera en libertad. Muchas gracias", dijo al presbítero al inicio del video compartido en redes sociales.
Sobre su captura, contó: "Ayer [domingo] me puse a rezar para ver qué hacía, y realmente no pude llegar a mi casa, sino que me dirigí hacia donde estaban los manifestantes buscando acompañarlos. Así que acompañé con los que pude caminar y traté de evitar que hubiera confrontaciones, pero ciertamente, al final, tratando de evitar la violencia, recibí un golpe con un bate".
"Gracias a Dios estamos bien y con el deseo que todos los cubanos estemos en paz, que no haya violencia, que no haya esa fuerza que oprime, sino que tengamos paz y justicia. Recemos por los que todavía están detenidos para que haya justicia y no hayan excesos, y para que los cubanos encontremos el camino de la libertad", agregó el presbítero cubano.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Rolando Montes de Oca, de la Arquidiócesis de Camagüey, dijo ayer que el P. Álvarez Devesa fue liberado "luego de una larga gestión del Arzobispo [Mons. Willy Pino] que ha estado prácticamente el día entero en ello".