El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, señaló que cambiar las leyes no basta para evitar tragedias como las de España porque “la verdadera solución de todos estos problemas está en el corazón del hombre”.
En su homilía dominical, repudió los recientes atentados de Madrid y pidió no culpar “a Dios” ni caer “en el derrotismo y la desesperanza” porque “si no estamos dispuestos a tener un corazón nuevo no podremos transformar nuestra sociedad, ni cambiar nuestro ambiente y ni siquiera podremos cambiar nuestra propia familia”.
“Dios ha dado unas leyes a la naturaleza y una libertad al hombre. Y la naturaleza tiene unas limitaciones que en ocasiones se traducen en catástrofes, pero además hay que añadir que a estas catástrofes se añade la impericia o la mala voluntad de los hombres, que lejos de corregir muchas veces acentúa los males naturales”, señaló el Purpurado.
En este sentido, precisó que “podemos constatar que la libertad humana en muchas ocasiones es la causa de una cadena indefinida de graves morales con sus repercusiones y consecuencias en males físicos. No es Dios el que castiga ni es Dios que esté tomando venganza. Las limitaciones de la naturaleza y la maldad del hombre explican muchos de nuestros males”.
Además, explicó que “Dios es paciente. Nos deja pasar muchas etapas de nuestra vida sin pedirnos cuentas por no haber dado fruto. Pero llegará un momento en que reclame resultados positivos de nuestra presencia en este mundo”.
El Cardenal Rivera pidió entender bien la palabra conversión. “La conversión no es algo negativo, al contrario, es una propuesta positiva. Convertirse es cambiar de mentalidad y de vida conforme a los principios del Evangelio, y la síntesis del mensaje evangélico es el amor práctico y concreto a Dios y a los hermanos”, dijo.