Después de casi 30 años sin vocaciones, las religiosas dominicas del monasterio de Santo Domingo el Real, en Segovia (España), recibieron a Sor Evelyn del Niño Jesús, que realizó la profesión perpetua el pasado sábado 3 de julio.
La religiosa nació en Singapur y era azafata de una de las líneas aéreas más importantes de su país, según relata el diario El Adelantado de Segovia. La última vocación religiosa que entró en el monasterio de Santo Domingo el Real y que posteriormente realizó los votos perpetuos, fue en los años 90.
"Tenía toda la vida lujosa que quería, pero me di cuenta de que nada podía realmente llenarme. Siempre buscaba a Dios, buscaba la verdad, aunque no era muy religiosa", aseguró.
Evelyn era protestante y se convirtió al catolicismo por un amigo católico. Entendió que "quería vivir toda su vida para Dios. No sólo hacer algo bueno, como una obra de caridad, sino ofrecer toda la vida en unión con Jesús".
Poco a poco su vocación fue avanzando, aunque al principio pensó que sería religiosa carmelita, de las que sólo hay un monasterio en todo Singapur.
Sin embargo, encontrar su vocación como dominica fue un regalo de la universalidad de la Iglesia.