El Obispado de Ancud (Chile) manifestó su profundo dolor y molestia por la decisión del Ministerio Público de pedir la suspensión del juicio contra el sospecho de haber provocado el incendio de la iglesia San Francisco, quedando impune el hecho ocurrido el 22 de enero de 2020.
La madrugada de ese día, un voraz incendio destruyó por completo la iglesia San Francisco ubicada en la Isla de Chiloé, en el sur del país. Además, se quemaron dependencias aledañas y el párroco resultó con heridas leves al tratar de salvar documentación histórica.
Desde entonces se inició una investigación para establecer las causas del incendio calificado como intencional contra esta iglesia considerada patrimonio histórico.
El único sospechoso detenido el día del siniestro, en los alrededores de la iglesia, fue un joven de 24 años, a quien se descartó con un peritaje psiquiátrico que tuviera patologías mentales.
Luego de permanecer durante un año en el Centro de Detención Preventiva de Chiloé, se le decretó el arresto domiciliario en abril de 2021.
El 23 de junio de 2021 el Ministerio Público solicitó al Tribunal Oral en lo Penal de Castro el sobreseimiento definitivo de la causa de incendio provocado que afectó a la iglesia San Francisco de Ancud el 22 de enero de 2020.