Ante la reciente investigación de casos de corrupción por obras públicas en Costa Rica, el Episcopado costarricense pidió a la Administración de Justicia llegar pronto al fondo del problema para que los crímenes no queden impunes y se proteja la democracia; y exhortó a los empresarios y funcionarios católicos a ser ejemplo de compromiso ético.
El 29 de junio, la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR) emitió una carta titulada "Ética, transparencia y bien común", firmada por el presidente de la CECR y Obispo de Ciudad Quesada, Mons. José Manuel Garita Herrera; y el secretario general de la CECR y Obispo Auxiliar de San José, Mons. Daniel Francisco Blanco Méndez.
En su mensaje, los obispos expresaron su preocupación frente a la "dolorosa situación" que afronta el país ante la actual investigación "sobre supuestos delitos" por un "supuesto manejo inadecuado de los recursos del Estado en el proceso de ejecución de la obra pública, tan necesaria para el desarrollo del país, sin duda han golpeado a nuestra nación".
Recientemente, se realiza en Costa Rica una investigación para desmantelar una supuesta red de corrupción que se beneficiaba a cambio de obras públicas. A mediados de junio, el Ministerio Público allanó la Casa Presidencial y 56 instituciones, empresas y domicilios, y detuvo a 30 personas, entre ellas, empresarios de carreteras y funcionarios públicos de mandos medios, de los que 13 integran el Consejo Nacional de Vialidad.
Además, los medios informaron que el sistema criminal "causó pérdidas en el presupuesto por 78 mil millones de colones (unos 125 millones de dólares), entre 2018 y 2020"; y que el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, pidió a la Asamblea Legislativa que abra una comisión que investigue el caso. Además, el mandatario aceptó la renuncia irrevocable de su entonces asesor, Camilo Saldarriaga Jiménez, hoy investigado.
"La indignación en la mayoría de los ciudadanos es comprensible y, lamentablemente, tenemos que aceptar también que la decepción se apodera cada vez más de la población, al pensar en el deterioro de la institucionalidad costarricense", dijeron los obispos.