Critican a sacerdote que usó imagen de San Pedro y San Pablo como “guiño” a homosexualidad

En las respuestas a la publicación del P. Daniel Pajuelo abundaron las críticas, con algunos alentando a escribir a sus superiores y a su obispo "para que ponga remedio a esta situación sangrante".

El P. Patxi Bronchalo lamentó que la publicación del cofundador de iMisión "a muchos ha hecho daño".

En Twitter, indicó, "las cosas no ocurren por azar, siempre hay una intención oculta detrás del corazón".

"Solo Dios puede juzgar esas intenciones ocultas que hay en nosotros, nosotros estamos llamados a purificarlas, a convertirnos a su Palabra", continuó.

"¿Cuál es la intención del corazón de @smdani al escribirlo? No esperéis que yo la juzgue. Pero sí digo que no es casualidad esa foto hoy", añadió.

El P. Bronchalo señaló que con la imagen compartida por el P. Pajuelo "se muestra una representación clásica de los apóstoles Pedro y Pablo, en el día de su fiesta, día que coincide con la semana del orgullo".

"Con la imagen se manda un mensaje sibilino de guiño a la homosexualidad", criticó.

Para el P. Bronchalo "poner esta imagen hoy, con todas las polémicas que hay, no es casualidad".

"Ha sido un mes de polémicas en torno a unos vídeos de Dani en los que se presentaba un acercamiento a las personas con atracción a otros del mismo sexo", indicó.

Estos videos, dijo, "diciendo algunas cosas verdaderas, siguen una línea de confusión y de omisión de muchas cosas".

"Me consta que a mucha gente le ha confundido o le ha dañado", lamentó.

"Varias personas homosexuales a las que acompaño, que han pasado auténticos infiernos por sus modos de vida, me han escrito para decirme que esa línea puede precipitar a muchos a un sufrimiento mayor. Tal cual me dicen".

El P. Bronchalo recordó que tanto San Pedro y San Pablo "murieron mártires de la fe en Roma".

"La tradición recibida de los Padres de la Iglesia nos dice que Pedro murió crucificado boca-abajo por no considerarse digno de morir como Jesús. Por eso la cruz invertida antes que un signo satánico es un símbolo del papado", dijo.

"San Pablo estuvo preso en Roma, lo sabemos por los Hechos de los Apóstoles. Los Padres de la Iglesia señalan que murió decapitado", indicó.

El sacerdote español subrayó que "Pedro y Pablo dieron su vida por Dios, por los hermanos y por los enemigos y perseguidores".

"Se les representa frecuentemente abrazados, son hermanos y amigos. Una imagen que nunca ha tenido ninguna connotación homosexual", remarcó.

Eso, continuó, "hasta hoy, que ha sido usada en el tweet de arriba de Dani para felicitar su fiesta en medio de las polémicas por los vídeos en la semana del Orgullo".

"Repito, que no seré yo quien juzgue la intención del corazón, pero sí diré que no es adecuado usar a dos Santos apóstoles para sugerir la justificación de las uniones homosexuales dentro de la Iglesia", precisó.

Para el P. Bronchalo "resulta ofensivo ver que se usa a dos mártires de la fe, que han dado la vida, con fines ideológicos, y hacerle el juego a la ideología LGTB. No nos engañemos. Hermanos curas que defendéis esta ideología: me temo que os usan".

Mucha gente buena, lamentó, ve "con confusión esta defensa ideológica LGTBI por parte de algunos pastores".

"Y ven con dolor tweets como esos que manipulan y confunden la historia y la vida de la Iglesia. Los pastores podemos hacer mucho bien, pero también podemos hacer mucho daño. Yo desde el respeto, Dani, te pediría que lo borrases", alentó.

"Y créeme que es sincera mi oración por ti y por todos los curas que estamos aquí", dijo.

Lo que enseña la Iglesia sobre la homosexualidad

La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359.

En estos artículos la Iglesia enseña que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".

La homosexualidad como tendencia es "objetivamente desordenada" y "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".

Apoyado en la Sagrada Escritura, la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".

"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".