La violencia que azota el estado Guerrero, y en particular la ciudad de Iguala, se hizo evidente durante una reciente celebración de la Santa Misa, que se vio interrumpida por una balacera y un asesinato afuera del templo. Para el Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel, se siente la ausencia de las autoridades, entre ellas la Guardia Nacional.
El P. José Manuel García Linzaga pronunciaba la homilía durante la Santa Misa el 23 de junio, en la parroquia San Juan Bautista en Iguala, cuando el sonido de las balas lo interrumpió y asustó a los fieles presentes. Afuera de la iglesia habían asesinado a un ex policía municipal.
Las imágenes y el claro sonido de las balas quedó grabado en la transmisión en vivo que realizó la parroquia a través de su página de Facebook.
El Obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, a la que pertenece Iguala, dijo que la ciudad es un "foco rojo", donde "todos los días hay dos o tres asesinatos".
"Ahorita en Iguala, por lo menos, hay unos 3 o 4 cárteles (del narcotráfico) que están peleando el predominio", señaló.