Este 27 de junio se cumplen 83 años del martirio de cuatro sacerdotes salesianos asesinados en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia), donde murieron más de un millón de personas a causa del genocidio perpetrado por la Alemania nazi.
Se trata del P. Jan Świerc, de 64 años; P. Ignacy Dobiasz, de 61; P. Franciszek Harazim, de 56; y el P. Kazimierz Wojciechowski, de 37.
Estos presbíteros fueron cuatro de los doce salesianos de la provincia San Jacinto de Cracovia detenidos la noche del 23 de mayo de 1941 por funcionarios de la Gestapo, la policía secreta oficial de la Alemania nazi.
La agencia de noticias salesiana ANS recuerda que los cuatro sacerdotes, luego de “un interrogatorio sumario, aunque completamente ajenos a cualquier forma de propaganda política, fueron acusados de participar en organizaciones clandestinas y, más grave aún, de promover la cultura nacional –en detrimento de la Alemania nazi– entre los jóvenes, explotando la influencia derivada de su sacerdocio”.
“Eso fue suficiente para merecer la tortura y el campo de concentración de Auschwitz”, agrega la agencia salesiana.
También se narra que los cuatro fueron obligados “a llevar los andrajos ensangrentados de quienes, antes que ellos, no habían sobrevivido a la terrible compañía penal a la que estaban destinados los acusados de graves delitos”.