REDACCION CENTRAL,
En un reciente artículo publicado en el National Catholic Register (NCR), la escritora católica Susan Klemond, entrevistó a varios sacerdotes que reflexionaron sobre la "paternidad espiritual" o la acción de guiar a los fieles hacia la santidad a través de una relación fraterna.
La autora escribió al inicio de su artículo: "Los padres espirituales y los padres de niños dicen que tienen mucho en común y ven como modelo a San José, el padre terrenal de Nuestro Señor. La actual crisis de la paternidad está haciendo que la formación de padres espirituales sea más crucial".
Según Presbyterorum ordinis, el decreto sobre el ministerio y la vida de los sacerdotes, un presbítero vive su paternidad espiritual en tres funciones u oficios: como ministro de la palabra de Dios, como ministro de los sacramentos y la Eucaristía, y pastor de su pueblo.
"Un padre espiritual en su oración, palabras, amor y sacrificio hace que las personas conozcan su dignidad como hijos de Dios, que los ama, y que puedan ser libres para vivir para Dios nuestro Padre", declaró para el NCR el P. Andrew Hofer, dominico ordenado en 2002, profesor de patrística y lenguas antiguas en la Casa de Estudios Dominica de la Pontificia Facultad de la Inmaculada Concepción, en Washington.
Otro sacerdote, el P. James Livingston (ordenado en 1990), párroco de la Iglesia St. Paul en Ham Lake, Minnesota, comentó a la autora del artículo que "los padres espirituales son un ícono de Dios el Padre, alimentan espiritualmente a la familia parroquial y ayudan a resaltar sus carismas y dones".
También dio su punto de vista el redentorista P. Dennis Billy, sacerdote desde 1980, profesor de teología moral y espiritualidad en el Seminario y Universidad St. Mary en Baltimore, quien dijo que "los padres espirituales deben reconocer que Cristo anhela nacer en el corazón de las personas y permitir que eso suceda".