Arzobispo alienta “renacimiento eucarístico” y recepción digna de la Comunión

El Arzobispo también comentó que algunos funcionarios católicos en la vida pública, al utilizar su puesto para promover el aborto, están cooperando formalmente con un mal grave y suscitan el escándalo público presentándose para recibir la Comunión sin antes arrepentirse por su posición.

También resaltó la necesidad de que los católicos vivan de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia para poder recibir la Comunión.

"El amén que decimos antes de recibir la Eucaristía es un amén no solo al hecho de que estamos ante el Cuerpo de Cristo, también decimos amén a todo lo que eso significa", resaltó el Prelado en referencia a la respuesta que dan los fieles inmediatamente antes de recibir la Comunión.

"Eso significa nuestra comunión con la Iglesia, nuestra comunión con la fe, nuestra creencia en lo que la Iglesia cree y profesa, y que lo vivimos en nuestra vida. No podemos vivir una vida inconsistente. No podemos recibir la Eucaristía y luego vivir de manera contraria a la fe".

El programa de renacimiento eucarístico de los obispos se hará a tres niveles: en la parroquia, las diócesis y a nivel nacional.

Comenzando en julio de 2022, las diócesis en todo el país serán alentadas a realizar eventos eucarísticos y a hacer de la Eucaristía un foco primario.

Los obispos buscan ofrecer materiales gratuitos de enseñanzas sobre la Eucaristía, desarrollados con la ayuda de varios colaboradores catequéticos.

Luego de ese periodo, en julio de 2023 se pedirá a las parroquias hacer lo mismo, expandiendo la adoración eucarística y abrazando sus diversas tradiciones eucarísticas para ayudar a promover un mayor amor a la Eucaristía entre sus miembros.

Las iniciativas parroquiales pueden incluir Misas con enseñanzas y pequeños grupos de formación.

La iniciativa terminará en el verano de 2024 con un evento de celebración de la Eucaristía, que se realizará en una ciudad importante y que podría servir como un punto de peregrinación nacional.

El plan de renacimiento eucarístico surgió luego que un estudio de 2019 del Pew Research Center reveló que solo el 31% de los católicos en Estados Unidos cree en la enseñanza de la Iglesia de la transubstanciación, es decir que el pan y el vino ofrecidos en la Misa se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.

Más de dos tercios de los encuestados, el 69%, dijo creer que el pan y vino de la Misa son "símbolos del cuerpo y la sangre de Jesucristo".

Cuando se dio a conocer el estudio, Mons. Sample escribió en agosto de 2019 que "estos resultados tienen que ser una llamada de atención para todos nosotros" y pidió a las escuelas arquidiocesanas, a los programas de educación religiosa y de formación de adultos en las parroquias que pongan más énfasis en la enseñanza de la Iglesia sobre la Eucaristía.

"Simplemente no es una opción encogernos de hombros ante tales noticias y seguir con nuestras cosas como siempre. Tenemos que hacer todo lo que podamos para revertir esta tendencia", escribió el Prelado.

"La gente será más fácilmente laxa en la práctica de la fe, o la dejará por completo, si no entienden o no creen el misterio que celebramos en la Santa Eucaristía y cómo eso dirige todo lo demás que hacemos en el ministerio de la Iglesia".

El plan de renacimiento eucarístico se lanzó luego que los obispos de Estados Unidos aprobaron la semana pasada iniciar la redacción de un borrador de un documento que incluye una sección sobre la "coherencia eucarística" o dignidad para recibir la Comunión.

En un esbozo del texto, el comité de doctrina de los obispos destacó la necesidad de que los funcionarios públicos defiendan la enseñanza de la Iglesia en la vida pública, pero precisó que no se está redactando una política nacional para negar la Comunión.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA