SANTIAGO,
El Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena, Cardenal Francisco Errázuriz, consideró que la legalización del divorcio en el país –aprobada en el Parlamento- es un desafío para la labor de la Iglesia.
El Purpurado recordó que “, los obispos de la Iglesia Católica, en distintas oportunidades, hemos dicho que el divorcio trae grandes problemas” y aclaró que “no hemos cambiado nuestra opinión".
En declaraciones a la prensa, el Arzobispo señaló que "había otras soluciones posibles para los casos de ruptura. Se optó por esta, y nosotros como Iglesia siempre hemos tenido gran respeto por los distintos poderes del Estado".
Según el Purpurado, la decisión parlamentaria "constituye naturalmente un inmenso desafío, porque la familia no sufre solamente por una ley, y en nuestro país son muchas las mamás que están solas en el hogar, que no tienen a sus maridos, son muchos los hijos sin padre, muchas las situaciones de inestabilidad, tanta gente convive, no se casa. Yo creo que a esa realidad tenemos que responder."
"A nosotros, como Iglesia, nos corresponde ayudar a todos los miembros de la comunidad eclesial para que vivan conforme al amor de Cristo, el amor que sabe perdonar, que sabe avanzar en el servicio, que se preocupa por la felicidad del otro, que se da hasta el extremo”, explicó.
“Ese alimento es el que necesitan muchos esposos y muchos hijos para la estabilidad de sus hogares. Como digo, va a ser un gran desafío. No hay mal que por bien no venga", señaló el Cardenal.