El Arzobispo de Quito (Ecuador), Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, exhortó a los gobernantes y fieles a "amar y servir" al país, sobre todo en la pandemia, que sigue causando muertes, dolor y sufrimiento.
El 13 de junio Mons. Espinoza celebró en la Basílica del Voto Nacional la Misa por la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. A la ceremonia asistieron el presidente de la República, Guillermo Lasso, junto a su esposa María de Lourdes Alcívar, el vicepresidente Alfredo Borrero, varios ministros de Estado, el Alto Mando Militar y efectivos de la Policía Nacional.
En su homilía, el Prelado recordó los 147 años de la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús, y llamó a los gobernantes y fieles a renovar esta consagración, en especial en medio de "la dura realidad de dolor, de muerte, de pobreza y de crisis que vive el país" a causa de la crisis de la pandemia del COVID-19.
"Ponemos hoy a nuestro país, a sus gobernantes, al pueblo fiel, a los enfermos que sufren los estragos de esta dura pandemia, en el Corazón misericordioso del Señor. Hoy, como hombres y mujeres de fe, oramos ante el Señor y ponemos a nuestra Patria nuevamente en el Corazón de Jesús", dijo.
Añadió que "con esta renovación el país se prepara para la conmemoración del 150 aniversario" y también para el "Congreso Eucarístico Internacional 2024, que tendrá como sede a Quito, por petición del Papa Francisco".
Mons. Espinoza destacó que el Papa Francisco reconoció en Ecuador algo "especial" y opinó que se debe a "toda su riqueza espiritual, de piedad, de profundidad". Señaló que esto surgió en medio de "momentos muy difíciles", donde el país tuvo "la valentía de consagrar la Nación al Corazón de Cristo, ese Corazón Divino y humano que nos quiere tanto".