Congregación expresa su apoyo a religiosa detenida por presunto abuso sexual

La Diócesis de San Isidro exhortó a la congregación a "separar del hogar a quienes fueron denunciadas mientras dure la investigación".

Asimismo, el Obispado se puso a disposición de la justicia y confirmó "la continuidad" del proceso canónico iniciado tras la primera denuncia contra una de las religiosas.

También ofreció acompañamiento "a quienes se encuentren en grave situación de vulnerabilidad" a través de "los organismos propios de protección de menores".

En tanto, la Congregación de las Hermanas Trinitarias manifestó su "apoyo incondicional a la hermana Marina y particularmente poner de resalto el perjuicio irreparable que con todo ello se está generando en una congregación centenaria que ayuda denodadamente a jóvenes en todo el mundo".

"A partir de un episodio cuanto menos confuso y que requiere de una investigación profunda de la justicia a la que la propia hermana se ha sometido voluntariamente desde hace semanas, que se hable de una manera generalizada y sin ninguna información real en contra de ella y de la Institución, es una verdadera tragedia", afirmó la congregación.

"Difícilmente, el daño personal e institucional que se está generando pueda repararse, aun cuando todo quede finalmente aclarado en el futuro".

La congregación manifestó su "estupor" por la detención ya que, además de "conocerla y valorarla durante años como una gran persona, fue ella misma" quien "solicitó presentarse para estar a derecho ante la justicia".

"La institución le designó abogados defensores que presentaron hace más de dos semanas el escrito en el cual Marina se puso a entera disposición y se ofreció a dar todas las explicaciones que fueran necesarias", afirmó.

"Desde aquel momento esperaba la oportunidad para despejar todas las dudas que pudieran existir y nadie la convocó", añadió la congregación.

"No se comprende el porqué de una medida tan drástica como la privación de la libertad de una hermana de 64 años", "que no tiene contacto alguno con la víctima ni ninguna de sus compañeras, y que, finalmente, se ha ofrecido voluntariamente a la justicia para que realicen todas las pruebas o pericias que se necesitaran, asumiendo plenamente las decisiones que de ellas surjan", cuestionó.

La Congregación de las Hermanas Trinitarias insistió que a pesar de que "nadie llamó durante semanas" a la religiosa, ella "decidió declarar y contestar todas las preguntas de la Fiscalía y aclarar todo este confuso episodio".

"Confiamos en Dios y en la justicia argentina, y estamos convencidas que todo esto se aclarará debidamente con una investigación judicial, con la cual colaboraremos en todo lo que sea necesario, invitando a las autoridades a conocer el lugar y la obra de bien que  hacemos hace tanto tiempo, y ofrecemos los testimonios de todas aquellas chicas que ante la noticia en los medios se han puesto a disposición para declarar la obra y la calidad humana de todas las Hermanas Trinitarias, por supuesto incluida la hermana Marina que tanto está sufriendo en estos momentos".

"Solo pedimos tener conciencia que, todo lo que injustamente se dice hoy sin certeza alguna y sin un conocimiento real de lo sucedido no va a tener remedio en el futuro, y quizás hasta termine quitándoles a muchas chicas que dependen de las Hermanas Trinitarias la oportunidad de una vida mejor", concluyó el comunicado.

Congregación de las Hermanas Trinitarias

Las Hermanas Trinitarias nacen en 1885 en Madrid por el Padre Francisco Méndez y la Madre Mariana Allsopp.

Presentes en España, México, Argentina, Uruguay, Guatemala, Italia e India la congregación tiene como misión abrir una puerta de esperanza para los jóvenes que en sus hogares y por diversos motivos no reciben la contención necesaria para desarrollar sus proyectos de vida.

De esa manera, dirigen residencias de jóvenes, hogares de menores, centros educativos, casas de acogida, espacios en la pastoral penitenciaria, centro de niños y otros proyectos solidarios.

Las Hermanas Trinitarias se instalaron en Argentina en 1929, en las localidades de Boulogne y San Miguel, Provincia de Buenos Aires.