La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de Argentina (CEMI), señaló que los niños migrantes son las principales víctimas del trabajo infantil y animó a continuar con los esfuerzos por estos pequeños que necesitan del generoso servicio de la sociedad civil y de la Iglesia en el país.
En su mensaje por el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil propuesto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la CEMI señaló que son principalmente los niños "quienes más sufren las graves consecuencias de la migración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales".
"Son numerosos los que forman parte de nuestras comunidades, barrios y ciudades, venidos en su mayoría de los países limítrofes de nuestra Patria", agregó.
El 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que este año lleva como lema: "¡Actuar ahora: poner fin al trabajo infantil!".
La comisión episcopal indicó que muchos de los migrantes han sido "estigmatizados o excluidos" y afirmaron que "migrar no es un delito".
"Son hermanos nuestros que buscan una vida mejor lejos de la pobreza, del desempleo, de realidades muy adversas", añadió.