Los obispos de Arizona (Estado Unidos) expresaron su preocupación por la decisión del Estado de reanudar las ejecuciones desde septiembre u octubre, incluyendo la posibilidad del uso de la cámara de gas.
Documentos obtenidos por The Guardian muestran que el departamento de correccionales de Arizona gastó más de dos mil dólares en los elementos necesarios para elaborar el cianuro de hidrógeno, el mismo gas que se usó en el campo de concentración nazi de Auschwitz.
Los documentos también revelan que el Estado ha renovado su cámara de gas para ejecuciones.
Ron Johnson, director ejecutivo de la Conferencia de Obispos Católicos de Arizona, dijo a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, que "los obispos de Arizona están muy preocupados de que se puedan reanudar las ejecuciones desde septiembre u octubre luego de una pausa de siete años por litigios".
"Estamos muy preocupados porque creemos que la pena de muerte contribuye a una cultura de muerte, entre otras cosas, y nuestra oposición se mantiene firme", agregó.
En 2018 el Papa Francisco ordenó una revisión del Catecismo de la Iglesia Católica y definió que la pena de muerte es "inadmisible" y es además "un ataque a la dignidad de la persona".