VATICANO,
A través de una declaración, la Santa Sede expresó su deseo de que se aclaren los cargos que se le imputan al Obispo de Heilongjiang, arrestado hace unos días en China.
Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, señaló que el Vaticano “ha recibido con preocupación y tristeza la noticia, transmitida por las agencias internacionales”.
“En el caso de imputaciones al obispo arrestado, tendría que saberse públicamente cuales son éstas, como sucede en cualquier estado de derecho. La Santa Sede, por su parte, no tiene ningún motivo para dudar de la inocencia del prelado”, agregó Navarro-Valls.
Monseñor Wei Jing Yi fue arrestado el 5 de marzo en el aeropuerto de Harbin, Heilongjiang, China del nordeste.
Según la agencia católica Asianews, el obispo había ido al aeropuerto a recibir unos amigos pero a la salida fue arrestado.
A sus 46 años, Mons. Jing Yi es uno de los más jóvenes obispos de la Iglesia clandestina, que realiza actividades religiosas en medio de la persecución comunista, y se mantiene fiel al Papa Juan Pablo II.