REDACCION CENTRAL,
El sacerdote católico Joseph Sethang ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que brinde ayuda y acoja a los desplazados por la violencia militar en el estado Chin, en el oeste de Myanmar.
"Es urgente detener los combates. Muchas personas inocentes sufren y están desesperadas. Se necesita ayuda internacional porque aquí hay una emergencia humanitaria. Pedimos a las agencias de la ONU y a las ONG que abran oficialmente los campos de refugiados para poder ofrecer ayuda humanitaria a los desplazados de Mindat y sus alrededores", dijo el sacerdote a la agencia vaticana Fides.
"Pedimos a las fuerzas armadas birmanas y a las Fuerzas Populares de Defensa de Mindat que detengan los combates y dejen de dañar a civiles inocentes, mujeres, niños y ancianos que ya están sufriendo demasiado", añadió.
El P. Sethange es un sacerdote de la ciudad de Mindat que ha acogido a 80 refugiados, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en su parroquia la iglesia del Sagrado Corazón, que pertenece a la Diócesis de Hakha, colindante con la frontera con la India y Bangladesh.
El estado rural de Chin está siendo afectado gravemente por los enfrentamientos entre el ejército nacional y los grupos de resistencia, los cuales no cesan desde el golpe militar del 1 de febrero de 2021.
En Mindat, los enfrentamientos comenzaron a finales de abril después de que los militares se negaron a liberar a siete jóvenes detenidos que protestaban pacíficamente contra el golpe de Estado y a favor de la democracia, informó la agencia vaticana.