El P. Paul Rivas Alfaro tiene 32 años y sirve en la Diócesis de Carabayllo, en la zona norte de Lima (Perú). Como no tiene auto aprovecha la bicicleta que le regalaron hace poco para visitar las casas de los fieles y ofrecer confesarlos y administrarles otros sacramentos como la Eucaristía y la Unción de los enfermos.
El sacerdote fue ordenado el 28 de octubre de 2019, el día en que la Iglesia en el Perú celebra al Señor de los Milagros, la devoción católica más importante del país.
"Me regalaron la bicicleta por una cuestión de salud porque tengo el colesterol alto, pero me preguntaba cómo podría usarla para ayudar a mis fieles. Entonces hago las confesiones 'delivery' porque, aunque tenemos Misas presenciales, son muy pocas las personas que vienen", explicó el sacerdote a ACI Prensa este 3 de junio.
El sacerdote, que es vicario en la parroquia San Conrado en la urbanización Pro en Carabayllo, una zona donde hay también muchas necesidades materiales, dijo que con su bicicleta "yo voy donde están ellos, voy a buscar a las ovejas. Al día confieso unas cuatro personas que así lo soliciten. También tengo un tiempo en la iglesia y también me doy mi tiempo para mis oraciones".
El P. Paul dijo a ACI Prensa que esta iniciativa de las confesiones "delivery" nació la semana pasada y ya ha confesado a 32 personas en sus casas, la mayoría ancianos.
"Voy con todos los implementos de bioseguridad. En mi bicicleta voy con las luces necesarias, el casco, el protector facial, las mascarillas, todo eso", precisó.