El P. Ángel Pérez López y el P. Israel Pérez López no solo comparten su trabajo como párroco y vicario parroquial en la iglesia de San Cayetano en Denver (Estados Unidos), también son hermanos de sangre.
Los dos sacerdotes crecieron en una familia católica en España, donde en la vivencia de la fe encontraron el llamado de Dios a vivir la vocación consagrada.
En una entrevista a Liliana Aceves del diario El Pueblo Católico, el P. Ángel, que es el mayor de los dos por 5 años, indicó que sintió el llamado de Dios a temprana edad, cuando asistió a una reunión con sus padres.
En este evento pidieron a los presentes que estuvieran sintiendo el llamado al sacerdocio, que pasaran al frente. En ese momento el pequeño de ocho años se acercó porque pensaba que Dios lo llamaba a esa vocación.
Con el paso del tiempo el P. Ángel olvidó ese momento y "sus padres no volvieron a hablar de lo que él había dicho ese día", por lo que al llegar a la adolescencia sus planes se centraban en casarse y formar una familia.
El sacerdote señaló que estuvo saliendo con una chica por tres años, pero se dio cuenta que "el motivo por el cual yo no me encontraba del todo satisfecho, era porque yo no me había parado a preguntarle a Dios qué es lo que Él quería exactamente de mi vida", sino que estaba caminando por su cuenta.