REDACCION CENTRAL,
El Arzobispo Paul S. Coakley, presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), hizo un llamado a orar por los nueve muertos y varios heridos que dejó un tiroteo en California el miércoles 26 de mayo.
"Hago un llamado a los católicos de todo el país a orar por los muertos y heridos, así como por la curación de la comunidad. Espíritu Santo, cuya sabiduría y guía celebramos el domingo pasado en Pentecostés, trae consuelo y fortaleza en este momento de gran pérdida", señaló Mons. Coakley en un comunicado publicado el mismo día.
El tiroteo tuvo lugar a las 6:48 a.m. en el patio de mantenimiento de trenes de la Autoridad de Transporte del Valle (VTA) en la ciudad de San José. El autor del crimen fue Sam James Cassidy, de 57 años, un técnico en el patio de ferrocarriles que comenzó a disparar contra sus colegas y luego se quitó la vida.
Las autoridades informaron en la noche del 26 de mayo que aún no se ha determinado el motivo de la masacre, pero añadieron que se estaba catalogando como "violencia en el lugar de trabajo".
El Arzobispo Coakley dijo que esta matanza "nos recuerda una vez más que algo fundamentalmente roto en nuestra sociedad" y que esta "cultura debe ser examinada y abordada con valentía".
"Es particularmente trágico que en una ciudad nombrada en honor a San José, quien fue un guardián tan amoroso de la Sagrada Familia, no podamos proteger a nuestros propios conciudadanos de los estragos de la violencia armada", agregó.