VATICANO,
En la Audiencia General de este miércoles 26 de mayo el Papa Francisco advirtió que "la oración no es una varita mágica" sino que es "un diálogo con el Señor" que requiere humildad, confianza y paciencia.
Tras saludar y bendecir a muchos de los numerosos fieles reunidos en el patio de San Dámaso, el Santo Padre continuó con su serie de catequesis sobre la oración.
En esta ocasión, el Papa advirtió sobre "el riesgo de no vivir una auténtica experiencia de fe, sino de transformar la relación con Dios en algo mágico" por lo que recordó que "la oración no es una varita mágica" sino que es "un diálogo con el Señor".
El Santo Padre describió que el Catecismo de la Iglesia Católica alerta que "cuando rezamos podemos caer en el riesgo de no ser nosotros quien sirve a Dios, sino pretender que sea Él quien nos sirva a nosotros" por lo que se puede caer en "una oración que siempre reclama, que quiere dirigir los sucesos según nuestro diseño, que no admite otros proyectos si no nuestros deseos".
"Nosotros rezamos, pedimos, sin embargo, a veces parece que nuestras oraciones no son escuchadas: lo que hemos pedido –para nosotros o para otros– no sucede. Nosotros hemos tenido esta experiencia muchas veces ¿no?", señaló el Papa.
En esta línea, el Santo Padre mencionó algunos motivos nobles por los que se reza, como la intercesión por la salud de un enfermo o para que termine una guerra y recordó a Yemen y Siria "países que están en guerra hace años y años, martirizados por la guerra". "Rezamos y no terminan, ¿cómo puede ser esto?", cuestionó.