"El Texto Fundamental no muestra virtualmente apreciación alguna sobre cómo las exigencias específicas del Evangelio, en tanto que proclamado por la Iglesia en fe y caridad, puede y de hecho apunta a la aguda oposición que el Nuevo Testamento pone consistentemente entre el espíritu del mundo y la fidelidad a Cristo Jesús".
Más aún, "el texto ignora el costo del discipulado tal y como Cristo lo expone en el Evangelio", alerta Mons. Aquila.
El Magisterio de la Iglesia
El Arzobispo refiere que la asamblea sinodal "reinterpreta el papel del Magisterio de la Iglesia como una moderación de diálogo. Esta posición sobre la autoridad en la enseñanza, incluso en la del Santo Padre, fue ilustrada por la reacción de su Excelencia el Obispo Bätzing a la respuesta de la Congregación para la doctrina de la fe a un dubium acerca de la posibilidad de bendecir uniones del mismo sexo".
Mons. Georg Bätzing, presidente del Episcopado alemán y uno de los promotores en el país de la bendición de parejas homosexuales y de darles la Eucaristía a los protestantes, dijo hace unos días que el Camino Sinodal está tratando "de discutir el tema de las relaciones exitosas de una manera integral que también tenga en cuenta la necesidad y los límites del desarrollo doctrinal de la Iglesia. Los puntos de vista que la Congregación para la doctrina de la fe (CDF) propuso hoy deben ser y serán, por supuesto, admitidos en estas conversaciones".
Mons. Aquila afirma que "así, la decisión de la CDF –que es una expresión del magisterio pontificio ordinario– solo añade 'puntos de vista' que serán tenidos en cuenta por la Asamblea".
"Para ser claros, el Papa y los obispos pueden, deben y, de hecho, escuchan las voces de los fieles y consultan con fieles expertos en campos relevantes. Sin embargo, al final, solo los obispos, en comunión con el Papa, tienen la responsabilidad de enseñar con autoridad, 'dotados de la autoridad de Cristo' (Lumen gentium §25)", agrega.
El Arzobispo de Denver precisa luego que "no incumbe a los obispos enseñar sus propias visiones y opiniones" y que como San Pablo "deben enseñar solo lo que ellos mismos han recibido".
El Prelado destaca que la aproximación de la Asamblea Sinodal "es suficientemente dúctil para dejar vacío de sentido cualquier contenido verdadero decisivo".
En ese sentido, "la Asamblea se cree no solo competente, sino incluso ligada por el deber, para tomar decisiones para la Iglesia, excediendo el discurso bloqueante (Diskursblockaden) de aquellos que puedan oponerse a sus juicios (Grundtext, p. 15)".
Al resaltar la importancia de seguir con fidelidad el Magisterio de la Iglesia, el Arzobispo cuestiona: "¿Permaneceremos unidos a la viña, Cristo Jesús, y daremos fruto, o nos secaremos (Jn 15, 5-6)? ¿Hemos, como la iglesia en Éfeso a quien Jesús resucitado se dirige, abandonado el primer amor (cf. Ap 2, 4)?
"Si es así, atendamos la exhortación y advertencia del Señor de los reyes de la tierra: 'Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré donde ti y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te arrepientes' (Ap 2, 5; cf. 1, 5)".
"Hermano mío, recordemos a Cristo crucificado. Recordemos nuestro primer amor", concluye el Arzobispo de Denver.
Puede leer la carta completa de Mons. Aquila AQUÍ.
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