La Diócesis de Nuevo Laredo, en el norte de México, desplegó una campaña solidaria para los afectados de la tormenta que golpeó la región días atrás, al tiempo que alentó la solidaridad de los mexicanos.
En un comunicado, el Obispo de Nuevo Laredo, Mons. Enrique Sánchez Martínez, recordó que la noche del lunes 17 de mayo "nos sorprendió una tormenta devastadora sobre nuestra ciudad, que afectó a todos, de manera especial en la infraestructura eléctrica, en las vías de comunicación y el servicio de agua potable".
"Sin embargo, quiero principalmente señalar la devastación de los hogares de cientos de familias, cuyas casas fueron destruidas por la tormenta: los techos volaron y lo que tenían para vivir (colchones, ropa, alimentación, enseres domésticos, etc.) el agua y el aire lo destruyeron".
Una tormenta con vientos de 150 kilómetros por hora azotó el 17 de mayo Nuevo Laredo, en la frontera norte de México con Estados Unidos.
De acuerdo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), institución estatal que provee del servicio eléctrico a todo el país, más de 15 mil usuarios perdieron el servicio a causa de la tormenta.