VATICANO,
El prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI, Mons. Georg Gänswein, destacó que ser sacerdote "no es simplemente el representante de una institución que desarrolla algunas funciones" y lamentó cuando "un sacerdote o un obispo no anuncia el Evangelio con fuerza e integralmente, sino que dispensa sus propias opiniones o ideas".
Así lo indicó el Arzobispo alemán este 22 de mayo durante la ceremonia de ordenación sacerdotal a 27 diáconos del Opus Dei.
La ceremonia, que se llevó a cabo en la basílica de San Eugenio de Roma, se realizó de acuerdo con las medidas cautelares para evitar contagios del COVID-19 en Italia, por lo que consintió la participación de un número reducido de fieles, entre los que se encontraron, algunos familiares de los nuevos sacerdotes procedentes de 13 países: España, México, Perú, Brasil, Canadá, Inglaterra, Alemania, Rumanía, Eslovaquia, Japón, Kenia, Lituania, Nigeria y Costa de Marfil.
En esta línea, los neo sacerdotes recibieron la ordenación diaconal en una ceremonia sin precedentes "a puerta cerrada" que se llevó a cabo en noviembre de 2020. Se trató de la primera vez en la que no pudieron asistir familiares ni amigos de los entonces diáconos.
En su homilía pronunciada en italiano, Mons. Gänswein advirtió que el sacerdote "no es simplemente el representante de una institución que desarrolla algunas funciones" sino que "hace algo que ningún hombre puede llevar a cabo por sí mismo, lo hace en el nombre de Cristo" y agregó que "ser sacerdote no es una función sino un sacramento" porque Dios "se sirve de un pobre hombre para estar y operar a favor de todos".
Sin embargo, el Arzobispo reconoció que "da pena cuando un sacerdote o un obispo no anuncia el Evangelio con fuerza e integralmente, sino que dispensa sus propias opiniones o ideas".