REDACCION CENTRAL,
Después de que la Asamblea de Irlanda del Norte aprobó una resolución para solicitar la prohibición formal de las "terapias de conversión" por orientación sexual e identidad de género, varios líderes cristianos advirtieron que el lenguaje del veto es vago y podría generar un efecto abusivo contra la atención pastoral y la actividad cristiana.
"Como iglesia, nos preocupamos por todos y no queremos que nadie esté sujeto a prácticas dañinas o poco éticas, incluida la vergüenza, el dolor o el trauma emocional", dijo un portavoz de la Iglesia Metodista en Irlanda, según The Irish News.
"Por otro lado, –continuó– también somos conscientes de que el término 'terapia de conversión' se ha utilizado para socavar algunos cuidados pastorales legítimos y la precaución contra el uso impreciso y general del término que sirve para el cuidado pastoral de personas con atracción no deseada por el mismo sexo o disforia de género".
"La Iglesia Metodista en Irlanda afirma claramente que todo el mundo es amado incondicionalmente por Dios y que la orientación homosexual en sí misma no es un pecado", agregó el portavoz.
El 20 de abril, la Asamblea de Irlanda del Norte aprobó una resolución no vinculante que pedía la prohibición de la terapia de conversión "en todas sus formas". La moción, que fue aprobada por 59 votos a favor y 24 en contra, pidió a la ministra de Comunidades, Deirdre Hargery, que presentara una legislación para prohibir la práctica. La Asamblea rechazó una enmienda que decía que las "actividades religiosas legítimas" como la predicación, la oración y el apoyo pastoral no constituyen una terapia de conversión.
Los parlamentarios del Partido Unionista del Ulster (UUP) propusieron la resolución original, mientras que los miembros del Partido Unionista Democrático (DUP) propusieron la enmienda fallida y luego se opusieron a la moción final.