"No es fácil para mí dejar Venezuela. El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón", afirmó el hasta ahora Nuncio Apostólico en el país, Mons. Aldo Giordano, en una ceremonia de despedida con los obispos del país sudamericano.
El jueves 20 de mayo se realizó una ceremonia en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) con algunos obispos presentes, mientras que otros 20 siguieron el evento a través de plataformas digitales.
"La primera palabra que quiero decir es Gracias. Ustedes fueron para mí en estos 7 años mi familia (…) ustedes me han permitido encontrar al pueblo de Venezuela en todos los rincones del país", dijo el Nuncio.
"No es fácil para mí dejar Venezuela. El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón", destacó.
Mons. Giordano dijo además que "el servicio a la comunión en la Iglesia como países es un desafío, porque el diablo ataca la comunión. Por eso agradezco la comunión que he encontrado aquí en el episcopado venezolano".
"Fue una sorpresa despedirme del país con la beatificación de José Gregorio Hernández; fue un gran regalo y estoy agradecido de haber podido vivir este acontecimiento especial para Venezuela", dijo el Arzobispo respecto a la elevación a los altares del llamado "médico de los pobres" el pasado 30 de abril.