El doctor José María Simón Castellví, presidente emérito de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), aseguró recientemente que "no se actúa contra la moral si uno se deja vacunar" contra el COVID-19, sino que "más bien se contribuye al bien común".
En un artículo recientemente publicado en la web de la FIAMC, el doctor Simón Castellví destacó que "hay tres factores que hay que tener en cuenta cuando nos preguntamos por la calidad de una vacuna o de cualquier otro fármaco: eficacia, seguridad y ética".
"Son como las tres patas de un taburete y no puede faltar ninguna de ellas para que este se tenga en pie", precisó.
"La eficacia de las vacunas contra el COVID-19 que han sido aprobadas en los Estados Unidos, en Inglaterra o en la Unión Europea está bien estudiada y contrastada. Funcionan", señaló.
Además, indicó, "la seguridad de las vacunas también se ha estudiado bien y además se somete a controles periódicos para evitar y minimizar sorpresas", precisando que "todos los medicamentos que son efectivos pueden tener efectos secundarios. Estos se tratan con las armas que tiene la Medicina".
Aunque reconoció que "es cierto que no conocemos las consecuencias a largo plazo especialmente de las vacunas de ARN mensajero, que son nuevas para la humanidad", el médico español subrayó que "el ARN-m no entra en nuestro ADN. Se degrada en unas tres semanas".