La religiosa de Sisters of Life (Hermanas de la Vida), hermana Magdalena Teresa Mercy, resaltó que cada persona, desde el momento de la concepción, es amada infinitamente por Dios y señaló que, si cada mujer es irrepetible e insustituible, el bebé en su vientre lo es por igual.
En una entrevista a EWTN News In Depth el 7 de mayo, Día de la Madre, la hermana Mercy hizo hincapié en la alegría de la vida y habló sobre la maternidad espiritual.
La religiosa que se desempeña como superiora local y coordinadora de misión de la congregación en el Centro St. Andrew en el bajo Manhattan (Estados Unidos), indicó que las Hermanas de la Vida abrazan la "maternidad espiritual".
"La maternidad es realmente una pieza fundamental de nuestro carisma", que es "proteger y realzar el carácter sagrado de la vida humana", explicó. La maternidad es el "piso o el suelo sobre el que caminamos", agregó.
El Cardenal John O'Connor fundó las Hermanas de la Vida en Nueva York (Estados Unidos) en 1991. La comunidad de religiosas católicas profesa cuatro votos: pobreza, castidad, obediencia, y "proteger y realzar el carácter sagrado de la vida humana".
Las religiosas dedican sus vidas a ofrecer apoyo y recursos a madres y mujeres embarazadas, organizar retiros, evangelizar, enseñar a estudiantes universitarios y ayudar a las mujeres que sufren después de un aborto.