VATICANO,
Antes de dirigir el rezo del Regina Coeli este 16 de mayo, séptimo Domingo de Pascua y solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa Francisco invitó a pedir ayuda a la Virgen para ser "testigos valientes del Resucitado en las situaciones concretas de la vida" y explicó por qué el misterio de la Ascensión del Señor es motivo de gran alegría.
"Mientras contemplamos el Cielo, donde Cristo ha ascendido y se sienta a la derecha del Padre, pidamos a María, Reina del Cielo, que nos ayude a ser en el mundo testigos valientes del Resucitado en las situaciones concretas de la vida", dijo el Papa ante los fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
Al reflexionar en el relato de la Ascensión del Señor del Evangelio de San Marcos, el Pontífice se refirió al "último encuentro del Resucitado con los discípulos antes de subir a la derecha del Padre" y destacó que "normalmente las escenas de despedidas son tristes, causan en quien se queda un sentimiento de pérdida, de abandono. En cambio, todo eso no les sucede a los discípulos".
"A pesar de la separación del Señor, no se muestran desconsolados, es más, están alegres y preparados para partir como misioneros en el mundo", advirtió el Papa.
En esta línea, el Santo Padre resaltó el motivo por el cual "también nosotros debemos alegrarnos al ver a Jesús que asciende al cielo" ya que "la ascensión completa la misión de Jesús en medio de nosotros".
Luego, el Papa habló en modo espontáneo, sin leer el texto preparado, para recordar que "Dios, el hijo de Dios, descendió y se hizo hombre, Dios - hombre, tomó nuestra humanidad, la redimió y ahora asciende al cielo llevando consigo nuestra carne".