VATICANO,
Al celebrar la Misa en la Basílica de San Pedro este 16 de mayo, séptimo Domingo de Pascua y solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa Francisco alentó a cuidar la fe, la unidad y la verdad y a no caer en la división, que viene del diablo, sino a ser testigos del Evangelio incluso cuando se tenga que ir contracorriente.
El Santo Padre presidió la Eucaristía junto a algunos fieles de Myanmar residentes en Italia para rezar por la difícil situación social que vive el país después del golpe de estado del pasado 1 de febrero. Más de la mitad de los participantes a esta Misa fueron religiosas, algunas de ellas, llevaban puestos pañuelos y trajes tradicionales.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó en la oración de Jesús en las últimas horas de su vida antes de su ascensión a los cielos y exhortó a cuidar la fe, cuidar la unidad y cuidar la verdad.
"En las últimas horas de su vida, Jesús reza. En el momento doloroso de la despedida de sus discípulos y de este mundo, Jesús reza por sus amigos. Mientras en su corazón y en su carne está cargando con todo el pecado del mundo, Jesús continúa amándonos y reza por nosotros. Teniendo como modelo la oración de Jesús, aprendamos también nosotros a atravesar los momentos dramáticos y dolorosos de la vida", invitó el Papa.
En primer lugar, el Santo Padre recordó que "custodiar la fe es mantener la mirada en alto, hacia el cielo, mientras sobre la tierra se combate y se derrama sangre inocente. Es no ceder a la lógica del odio y de la venganza, sino permanecer con la mirada puesta en ese Dios de amor que nos llama a ser hermanos entre nosotros".
"La oración nos abre a la confianza en Dios incluso en los momentos difíciles, nos ayuda a esperar contra todas las evidencias, nos sostiene en la batalla cotidiana. No es una fuga, un modo de escapar de los problemas. Al contrario, es la única arma que tenemos para cuidar el amor y la esperanza en medio de tantas armas que siembran muerte", afirmó.