Un pequeño grupo participó desde el pasado miércoles 12 de mayo cuando comenzó la peregrinación internacional anual del Santuario e Fátima, que este año tiene como lema "Alabado ea el Señor que levanta a los débiles". La peregrinación fue presidida por el cardenal portugués Tolentino Mendoca, archivista de la Biblioteca Apostólica de la Santa Sede.
Esta participación tan reducida se debe a las normas de seguridad para frenar la pandemia de covid-19 en Portugal, que hasta ahora ha causado la muerte de casi 17.000 personas.
"Desde el pasado mayo hasta ahora vivimos un año difícil. Experimentamos una vulnerabilidad de la que no éramos conscientes. La pandemia en curso se ha cobrado vidas y ha extendido el duelo. De repente, nos sentimos como en la época de los santos pastorcitos Francisco y Jacinta, cuando la pandemia de fiebre española se cobró millones de víctimas. La pandemia actual ha propagado el sufrimiento; ha condicionado la sociabilidad, nos ha aislado unos de otros, ha acentuado la soledad", dijo el Cardenal Mendonça.
Según el prelado, "la crisis sanitaria ha activado otras crisis, en el campo social, en la precariedad del trabajo, en el empeoramiento de las dificultades económicas, en la creciente pobreza y no solo entre los segmentos considerados más frágiles, en el debilitamiento del campo escolar, en la disminución de la presencia en las comunidades cristianas y en la incertidumbre que pesa sobre tantas vidas".
En su reflexión el cardenal portugués, que presidió el evento por primera vez, se dirigió a la Virgen de Fátima con una oración en nombre de todos los presentes.
"Hoy queremos pedir, Señora de Fátima, que ilumine el dolor de todos, sin fronteras ni distinciones, que ilumine el dolor de los cercanos y los lejanos, de los creyentes y no creyentes, como si fueran uno.Escucha en el silencio de esta noche la fatiga y el esfuerzo, la soledad y las lágrimas, el cansancio y las necesidades de todos. Guarda la gran familia humana herida. Y movilízanos a todos en el desafío urgente de consolar, cuidar y reconstruir".
"En particular, Señora de Fátima, te rogamos que la crisis que estamos experimentando no se convierta en una crisis de esperanza. Porque necesitamos esperanza para mirar más allá, para ganar confianza y compartir. Necesitamos esperanza para convertir los obstáculos en caminos y los caminos en nuevas oportunidades. Necesitamos esperanza para unirnos más, para construir sociedades éticamente cualificadas, sociedades que lleven a cabo la justicia social y la fraternidad entre todos los hombres", aseguró el Cardenal.
"Tú, Madre de la Esperanza, fortalece nuestra esperanza. Tú que en momentos tan tormentosos de la historia del siglo XX has sido un pilar de esperanza, ayúdanos a atravesar este siglo XXI impulsados por la esperanza. Esas palabras que dirigiste a Lucía nos inspiran: "¿Sufres mucho? No te desanimes. Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te llevará a Dios»».
También recordó que durante la pandemia de Covid-19, la "familia ha sido puesta a prueba", Mons. Tolentino dijo que "no olvidamos el testimonio de aquellos que han puesto el bien de los demás por encima de su propio bien".
Concluyendo su reflexión, el Cardenal destacó que "la turbulencia de la pandemia también nos ha ayudado a identificar lo esencial más claramente" y pidió a Nuestra Señora de Fátima que "todo este sufrimiento nos haga mejores: más espirituales, más humanos y más fraternales".
"María, sabemos que nos comprendes bien porque fue tu debilidad la que sostuvo tu fuerza, ya que supiste aceptar tantas incertidumbres, uniendo tu corazón a una confianza que no se veía. Por eso tu corazón no es ajeno a nuestros problemas, nuestra fragilidad, a los miedos que nos asaltan en este momento de la historia, y que abrazas, entendiendo todo", dijo Mons. Mendonça.
"Tu camino también fue difícil, lleno de obstáculos, golpeado por tormentas y dolores. Pero a través de tu mirada se convirtió en un inmenso regalo, donde podemos entregar esta temporada tan difícil y que tu abrazas, comprendiéndolo todo", concluyó.
La peregrinación se reanudará mañana 13 de mayo a las 9 a.m. (hora de Lisboa) con el rezo del Rosario y la celebración de la Santa Misa presidida por el Cardenal Tolentino Mendonça. Poco después realizará el tradicional encuentro con los Enfermos y la Procesión de Despedida.
El Santuario de Fátima informó que "el día de la primera aparición y el 40 aniversario del ataque a Juan Pablo II, en la Plaza de San Pedro, el Santuario se unirá con el Papa Francisco, a partir de las 17:00 horas (1:00 p.m. en Brasilia, hora), con el rezo del Rosario por el fin de la pandemia, con una intención especial para los prisioneros que están detenidos en prisiones de todo el mundo. Este rosario será transmitido en todo el mundo desde la Cova da Iria, insertándose en la "maratón" de oración propuesta por el Papa este mes de mayo a 30 santuarios".
Publicado originalmente por ACI Digital, traducido y adaptado por Blanca Ruiz.
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