VATICANO,
El Papa Francisco destacó que la oración cristiana implica un combate espiritual porque al rezar se deben superar diferentes obstáculos, entre ellos, los engaños del maligno.
Al reanudar este 12 de mayo las Audiencias Generales con la asistencia de fieles el Papa saludó para bendecir a muchas de las personas presentes en el patio de San Dámaso al interior del Vaticano y expresó su alegría por la posibilidad de encontrar personalmente a la gente "cara a cara" por lo que les pidió a los presentes "llevar el mensaje del Papa" que es que "rezo por todos y pido que recen por mí, unidos en la oración".
Luego, el Santo Padre dedicó su catequesis a "la oración como combate espiritual" y describió algunos "enemigos de la oración".
En primer lugar, el Papa Francisco mencionó las distracciones durante la oración y advirtió que "rezar no es algo fácil y por eso, nosotros escapamos de la oración".
"Cada vez que queremos hacerlo, enseguida nos vienen a la mente muchas otras actividades, que en ese momento parecen 'más importantes y más urgentes'. Esto me sucede también a mí, ¿eh? Yo voy a rezar y… 'no debo hacer esto, debo hacer el otro'. Nosotros huimos de la oración, no sé por qué, pero es así", reconoció el Papa.
Además, el Santo Padre alertó cómo engaña el demonio y relató que "casi siempre, después de haber pospuesto la oración, nos damos cuenta de que 'esas cosas no eran en absoluto esenciales, y que quizá hemos perdido el tiempo'. El enemigo nos engaña así".