El Arzobispo de Mercedes-Luján, Mons. Jorge Scheinig, rezó a la Virgen de Luján, en el día de su fiesta patronal, para que Argentina sea una "patria de hermanos".
En la Misa realizada en su honor el 8 de mayo, Mons. Scheinig expresó que "es tiempo de asumir la responsabilidad de ser mediadores de encuentro entre unos y otros, aún en el dolor de tantas circunstancias difíciles, sacrificándonos como el Señor Jesús, para generar una fraternidad nueva, que haga de la Argentina una patria de hermanos".
Para ello, Mons. Scheinig alentó a dar pasos "decisivos" para alcanzar la fraternidad, que para todo cristiano "debe ser una prioridad y nuestro mejor aporte, porque en la fraternidad jugamos también nuestro testimonio y nuestra fidelidad al Evangelio de Jesús".
Para lograrlo "es urgente ir a la escuela de María que está al pie de la Cruz y aprender de Ella y con Ella su disponibilidad para el encuentro, para ir hacia los otros".
"Estamos llamados también a entregarnos y sacrificarnos por la comunión y la fraternidad de la nación". Un "sacrificio cotidiano" de "ser amables, con capacidad de escucha, de comprensión, de aceptación del otro de verdad. Renunciar a que el otro es un enemigo".
"Se trata entonces de un tipo de sacrificio que lejos de vaciarnos nos llena de vida, porque busca el bien común y es capaz de fecundar misteriosamente el proyecto compartido", afirmó.