El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió el 5 de mayo la proclamación anual del Día Nacional de Oración, donde no mencionó a ninguna deidad.
El Día Nacional de Oración fue establecido por el Congreso de Estados Unidos en 1952 y, 36 años después, en 1988, se instauró su celebración anual en el primer jueves de mayo.
Durante su proclamación, Biden indicó que "a lo largo de nuestra historia, los estadounidenses de muchas religiones y sistemas de creencias han recurrido a la oración en busca de fortaleza, esperanza y guía".
"La oración ha nutrido a innumerables almas y ha impulsado movimientos morales, incluidas las luchas esenciales contra la injusticia racial, el trabajo infantil, y la violación de los derechos de los estadounidenses discapacitados", agregó.
El presidente señaló que el 6 de mayo "recordamos y celebramos el papel que el bálsamo curativo de la oración puede desempeñar en nuestras vidas y en la vida de nuestra nación".
Biden resaltó que "a medida que continuamos enfrentando las crisis y desafíos de nuestro tiempo", como la pandemia, la injusticia racial y el cambio climático, "los estadounidenses de fe pueden invocar el poder de la oración para brindar esperanza y animarnos en el trabajo que tenemos por delante".